Sin lactosa no implica SIN LÁCTICO en muchos casos, te explicamos porqué.
La intolerancia a la lactosa y la alergia a las proteínas de leche son dos trastornos distintos, pero a menudo tienden a confundirse.
La alergia a las proteínas de la leche es una enfermedad caracterizada por una respuesta exagerada del sistema inmunitario (defensas) a las proteínas de la leche, principalmente a la betalactoglobulina y caseína. La primera no se encuentra en la leche materna.
Mientras que la intolerancia a la lactosa aparece cuando no puede digerirse adecuadamente la lactosa por déficit de lactasa.
Es importante destacar que ni la intolerancia a la lactosa ni la alergia a las proteínas de la leche de vaca predisponen a enfermedades malignas.
En resumen:
La LACTOSA es el azúcar presente en los productos lácteos, un disacárido. Se pueden tomar lácteos igualmente siempre que se haya eliminado esta parte (¡la lactosa!). Y las PROTEÍNAS DE LA LECHE, en su gran mayoría betalactoglobulina y caseína, son TODO lo que incluye el lácteo en sí (la primera no se encuentra en la leche materna). En este segundo caso NO SE PUEDE TOMAR NINGÚN TIPO DE LÁCTICO, se deben buscar opciones vegetales.
¿Quieres saber las principales diferencias entre la intolerancia a la lactosa y la alergia a las proteínas de la leche de vaca y recomendaciones dietéticas para ambos casos?
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