La celiaquía es un trastorno autoinmune provocado por la ingesta de gluten que afecta a individuos predispuestos genéticamente. Se trata de una enfermedad sistémica y crónica, sin curación hoy en día, pero sí con tratamiento: una dieta sin gluten estricta de por vida.
Hay mucha gente que habla de grados, pero esto no es del todo cierto. Una persona no es más celíaca que otra. No existen grados de celiaquía, pero existen diferentes tipos de celiaquía, en función de determinados parámetros médicos, aunque la dieta debe ser igual de estricta para todos los celíacos.
¡La celiaquía no tiene grados!
Una persona con celiaquía no puede tomar nada de gluten independientemente de si sus reacciones después del consumo de gluten son más o menos fuertes.
El sistema inmunológico de una persona con celiaquía se pone en funcionamiento en el momento en que ésta toma gluten provocando una respuesta inmunológica que da lugar a un mal en el intestino. Este mal puede llegar, a la larga, a provocar una atrofia vellositaria.
Pero esto no siempre va acompañado de síntomas externos, de ahí la confusión generalizada sobre los grados de celiaquía. Que una persona celíaca no tenga síntomas externos después de ingerir gluten, no significa que su sistema inmunitario no haya puesto en marcha la respuesta inmunitaria frente al gluten, lo que es necesario evitar en todo momento.
Conclusión: tipos de celiaquía y grados de lesión en el intestino
Podemos hablar de grados en cuanto a grados de lesión del intestino. Y se puede hablar de tipos de celiaquía. Pero hay que tener muy claro que cuando alguien es diagnosticado de celiaquía, tenga o no síntoma después de la ingesta de gluten, DEBE ELIMINAR PARA SIEMPRE EL GLUTEN DE SU DIETA, porque siempre le será perjudicial.